El embalse de Antoñán del Valle reunió a los mejores pescadores provinciales de esta modalidad

El pasado fin de semana, el embalse de Antoñán del Valle, en la actualidad catalogado como aguas no trucheras y convertido escenario deportivo-social de ciprínidos, reunió a los mejores deportistas provinciales de Carpfishing, modalidad que busca la captura de grandes peces, siendo la carpa y el barbo las principales especies objeto de competición. Valedera para obtener la clasificación al próximo campeonato autonómico, la prueba se desarrolló desde la mañana del sábado hasta el atardecer del domingo, parando solamente durante la noche por imperativo legal y pernoctando los participantes en el refugio próximo a la orilla del embalse con permiso de la Junta Vecinal de la localidad propietaria del mismo.

Durante el transcurso de la competición, que se desarrolló por parejas, aunque predominaron las capturas de tamaños pequeños también salieron buenos ejemplares, quedando clasificados en primera posición Marcos Sahelices Laiz y Verónica Ibáñez Rodríguez (con dos carpas reglamentarias que pesaron 14.200 gramos), segundos David Sahelices Laiz y Javier Llamazares Fernández (con dos carpas reglamentarias que pesaron 12.080 gramos) y terceros Isaac Caño Rodríguez y Daniel Amez del Pozo (con una carpa reglamentaria que pesó 8.500 gramos). El certamen, organizado por la Federación de Pesca, resultó un éxito con la única nota negativa de la aparición de diversas carpas con heridas producidas por redes e incluso una de ellas con una potera clavada en su lomo, indicador inequívoco del furtivismo aún existente, sobre todo en la época de freza que carpa se desplaza a zonas poco profundas para realizar la puesta. En la práctica competitiva de esta modalidad, que se realiza sin muerte y manipulando el pez con el máximo cuidado, se requiere una técnica muy depurada, además de una buena dosis de paciencia ya que para dar con las grandes piezasen muchas ocasiones se requieren prolongadas sesiones de pesca que a vecesduran varios días y precisan un concienzudo cebando.

Pesca a ninfa

Cerca ya el verano, los cauces leoneses siguen bajando con caudal abundante y aguas demasiado frías para la época en que nos encontramos, lo cual inhibe la actividad piscícola. En estas condiciones y pescando con señuelo artificial, la técnica que está resultando más efectiva es la ninfa a látigo, utilizada de forma similar a la de cebo natural al tiento y empleando imitaciones de los insectos acuáticos (maravallos, gusarapines y rancajos) más comunes en las aguas provinciales. En cuanto a capturas, los ejemplares de gran tamaño siguen mostrándose desganados y sin subir a la superficie, pudiéndose observar algunos de ellos muy pegados al fondo de las corrientes donde obtienen el alimento sin esfuerzo.